Llego el momento más yin. La luna ha muerto (como lo consideraban los mayas), pero ha muerto, para volver a renacer.
Finaliza un ciclo para inicar otro. Pues en eso consiste la vida. Las aguas dejan de moverse con fuerza para estar en quietud. La quietud que todos olvidamos en la cotidianidad y que todos deberíamos tener en este momento, esta luna nos lo recuerda.
Es la luna de los Druidas, de los brujos, de las Brujas. El momento ideal para hacer la transformación de las cosas, de los procesos. Pero eso se logra sólo estando en quietud, de lo contrario; la transformación escapará de nuestras manos y la transmutación llegará. Lo cual puede ser poco agradable, porque la transformación, tarde o temprano, tiene que darse.
Esta luna es la del descanso, la del recojo, la de la intrsopección, para que pueda darse la transformación sanadora.
Esta luna nos lleva a contactar con neustro interioir y mirarlo, nos recuerda nuestra la necesidad de morir en aquellas cosas que no nos benefician, cerrar un ciclo, para iniciar otro. Renacer, lo que generalmente olvidamos en el día a día, la posibilidad de renacer.
No se trata solo con contactar con la oscuridad que hay en ti, se trata de renacer a ello, de la mejor forma, más hermosa, más reluciente, en más equilibrio, en más armonía.
Una luna para renovarnos y para sanar. Céntrate en ello, evita ser impulsivo o impulsiva en estos días. Quédemonos con la tranquilidad, la calma, el recojo de esta luna.
Idúwali Nali.