Hoy en el Sur inicia el invierno. La época del descanso para la tierra, en la que todo se vuelve más calmo, más lento, mas quieto. Como es afuera, es adentro; o debería serlo.

Los antiguos Mayas, Celtas y Chinos, sabían que era el momento en que la tierra descansaba del año de labraje y cultivo. El espacio para que se recuperara, para volver luego a renacer. Pero ese reancimiento no era igual al anterior. Todo era un ciclo.
Todo sigue siendo un ciclo. El iniverno llega a nuestras vidas para que nos guardemos, para que nos resguardemos en el calor de nuestro hogar, en lo más ínitmo, en lo más interno de nosotros. La naturaleza nos muestra como ante el frío tan fuerte, ante el hielo; los animales se guardan para protegerse, para cuidarse, muchas plantas no renaces hasta que esta época pase.
Ojalá este invierno no se te pase sin vivirlo. Sin recogerte en ti y ver, y conocer lo que habita dentro de ti. Que el mejor regalo sea que no se olvide contactar con lo que te habita. Es la única manera de ver lo que debes sacar, para que no vuelva a germinar, para que no siga creciendo. Y al mismo tiempo, priorizar aquella semilla que si es importante para ti. La semilla que se debe cuidar con mucho tacto, para que luego pueda sembrarse y germinar en ti.
Este mes nos ha mostrado, con poca delicadeza, aquello que no nos permite ser libres, aquello en lo que no estoy escuchando a mi corazón. Nada de eso es causal, toma de eso; lo que necesitas como semilla, para que sea lo que cuides en este invierno; lo que aprendas a atesorar porque esa es tu semilla. Así luego podrás sembrarlo y verlo germinar en tu vida.
Recuerda que todo cambio, primero se da en ti, no afuera. Gracias al divino invierno que nos lo recuerda y nos lleva a habitar ese tiempo de instrospección. Una instrospección que sólo tu puedes vivir, viendo lo que habita en ti. Una instrospección que sólo puede vivir cada uno en lo más profundo de su ser. Mis mejores deseos para ti en esta etapa, que no se te olvide vivir tu invierno.
A los del Norte, que puedan recuperar la belleza de la luz, y convertir en arte toda sombra que ya contemplaron. A disfrutar de Litha con la esencia de su energía.
A todos los que habitamos en el sur, que no se nos olvide invernar en nostros mismos.
Idúwali Nali.
